Proyecto Piloto de Degradación y Deforestación Evitada (REDD+) en Manglares del DMI Cispatá.
Un proyecto pionero en el país para incentivar la protección y restauración de los ecosistemas de manglar a través de la participación comunitaria, generando beneficios económicos, sociales y ambientales de largo plazo.
El objetivo del proyecto es evitar la degradación y deforestación de 8.570,9 hectáreas de los bosques de manglar del Distrito de Manejo Integrado -DMI-Cispatá, con la participación activa de las comunidades de mangleros y pescadores de los municipios de San Bernardo del Viento, Santa Cruz de Lorica y San Antero, quienes por medio de un plan vivo identificaron las principales amenazas y propusieron actividades alternativas para evitar la pérdida del manglar.
Para las comunidades del DMI Cispatá el manglar es su principal fuente de trabajo y alimentación, por sus caños han pasado varias generaciones aprendiendo de ellos y disfrutando de sus beneficios; sin embargo en los últimos años han sido testigos de lo frágil que es este ecosistema y del aumento de las amenazas. Por esta razón encontraron en este proyecto piloto REDD+ la oportunidad de formular con la ayuda técnica del proyecto Subsistema de Áreas Marinas Protegidas de Colombia (SAMP) y la CVS, alternativas para evitar la deforestación de los manglares, sus propuestas están enfocadas en actividades que permitan la restauración de los bosques de manglar, realizar limpieza y mantenimiento de los caños, fomentar el ecoturismo, el fortalecimiento de la pesca en mar y caños y la promoción de la acuicultura sostenible comunitaria.
Las principales amenazas que se esperan evitar son: Actividades de ampliación de la frontera agropecuaria, por el establecimiento de infraestructura turística (deforestación) y por la tala ilegal con fines comerciales (tanto comercio formal como informal) y fines domésticos (degradación).
¿Y los beneficios cuáles son?
Los beneficios estimados en términos de reducción de emisiones de carbono son de 27.536,9ton CO2/año, adicional, servicios ecosistémicos como la protección de las costas, provisión de peces y alimentos, la purificación de agua, conservación de la biodiversidad con especies endémicas y migratorias, entre otros.
La duración del proyecto REDD+ es de 30 años con posibilidad de renovación a 60 años.
El 9 de abril se realizó la socialización del documento realizado en conjunto con la comunidad, CVS Carbono y Bosques e Invemar con el objetivo de definir la ruta de trabajo para la ejecución del proyecto. Este proyecto se presenta como avance del componente 2 del proyecto SAMP, que busca la sostenibilidad financiera de las Áreas Marinas Protegidas de Colombia (AMPs).
Escrito por: Carolina M. Vásquez Z Comunicaciones GEF-SAMP