Nueva Área Marina Protegida, Declaratoria Parque Nacional Natural Corales de Profundidad
Corales de Profundidad: vulnerables e imprescindibles para la conservación de las especies, la industria, el comercio y el desarrollo de la Humanidad
El descubrimiento de sectores con bancos coralinos de profundidad ha sido accidental, y generalmente como parte de la pesca incidental; por su vulnerabilidad y ante los métodos usados en la pesca de arrastre, en la última década, ha crecido el interés en su exploración y caracterización, pues sirven como zonas de reclutamiento para algunas especies comercialmente importantes (Roberts et al. 2001, Roberts y Hirshfield 2003). Las actividades industriales costa afuera (pesca e hidrocarburos), han destruido parcialmente el hábitat; sin embargo, hasta el momento es muy poco lo que se conoce acerca de la magnitud de sus impactos en el ecosistema. Las ambientes profundos en el mar abarcan aproximadamente el 64% de los océanos del mundo (202 millones de km2), (Roberts 2002). En el pasado la creencia de que estos ambientes representaban uno de los sistemas más estables y menos productivos del planeta ha sido desvirtuada gracias a las recientes investigaciones científicas con nueva tecnología y el interés de algunos sectores productivos por evaluar potenciales recursos en los lechos marinos.
El INVEMAR desde 1995 ha realizado investigación sobre la biodiversidad existente en el margen continental entre los 20 y 500 metros de profundidad, el cual comprende la zona de transición desde el continente hasta las llanuras abisales adyacentes, incluyendo la plataforma, el talud, las elevaciones continentales, e incluso el margen insular (OHI 2001). Entre los resultados más importantes de estos estudios, se encuentra el hallazgo de tres bancos de corales azooxantelados en aguas profundas en el Caribe colombiano: el primero se encontró localizado en la península de La Guajira a 70 m de profundidad, caracterizado por la presencia de la especie Cladocora debilis, junto a la cual se encontraron 156 especies de otros corales escleractinios, antipatarios, octocorales, moluscos, equinodermos, briozoos y peces; el segundo banco-comunidad de corales profundos se encontró ubicada costa afuera frente a la ciudad de Santa Marta, en la cual se identificaron 12 especies de corales escleractinios asociados principalmente al coral Madracis myriaster, junto con otras 102 especies de diversos invertebrados y peces y el tercero se encuentra ubicada frente a Islas de San Bernardo e Islas del Rosario, a 150 m de profundidad, donde igualmente el coral dominante fue M. myriaster, en esta ocasión acompañado por 19 especies de corales escleractinios y un total de 135 especies de invertebrados y peces (Reyes et. al. 2005).
Entre los retos más importantes del Proyecto para el Diseño e Implementación del Subsistema de Áreas Marinas protegidas-SAMP, financiado por el GEF-PNUD y liderado por INVEMAR, es la creación de nuevas Áreas Marinas Protegidas; para cumplir esta meta se dio prioridad a aquellos elementos de la biodiversidad marina y costera del país que se encuentran inadecuadamente representados en el actual Sistema Nacional de Áreas Protegidas-SINAP, este es el caso de las comunidades coralinas de profundidad, que constituyen un tipo hábitat de gran importancia biológica, ecológica y económica y al mismo tiempo seriamente amenazado a nivel nacional y mundial.